Entre los nómades y los dinosaurios

31 de julio

Como ya les conté el 30 de julio a la tarde llegamos a Bulgan, nos alojamos en el Ankhsan Cooperative Guesthouse de Pol, quien además de ser una persona muy amable se ve que es el "patrón" de este pueblo. Tiene su propio vivero donde cultiva pepinos, tomates, sandías y otras verduras, uno de sus hijos es el que tiene Internet y está a cargo de las comunicaciones del pueblo y el otro es el pastor nómade, casi igual que en nuestra pampa húmeda. Un hijo se hace cargo de los negocios en el pueblo y el otro en el campo. Decidimos tomarnos la tarde del 30 para descansar y ordenar nuestras cosas.

Después del desayuno Ambraa me comenta que no es posible quedarse a dormir con la familia nómada porque sólo disponen de un ger, pero que igual viven muy cerca, así que podemos ir por las mañanas y volver a la noche a dormir al guesthouse de Pol. Me doy cuenta que algo se modificó dentro mío respecto al plan original y acepto encantado sin problemas. Partimos hacia nuestro encuentro, básicamente era un ger como muchos de los que ya habíamos visto, más prolijo y limpio, pero ninguna otra diferencia. La dueña de casa estaba amamantando un chiquito de un mes, nieto de Pol y nos recibió con el consabido té salado mongol, hecho con leche aguada y manteca. Nos quedamos un rato. Rosario hace algunas tomas. Al rato nos vamos a la aguada donde el marido estaba bombeando agua para la majada de ovejas y cabras. Al ver el color verde de la zona del acuífero, rodeada por el gris del desierto, tomé conciencia de que eso era un verdadero oasis. Nuevamente fotos, filmación, reconocimiento de situación y a los pocos minutos cae Ambraa `para decirnos que esto no es interesante y que por qué mejor no nos vamos a Bayanzag a la tarde. Espero la negativa de Rosario que no se produce y supongo que ella habrá esperado la mía que tampoco apareció. Pasamos nuevamente por el ger, les damos los regalos que les habíamos llevado, vodka y caramelos, compartimos un yogur y nos vamos.
Entre los nómades y los dinosaurios
Entre los nómades y los dinosaurios               Entre los nómades y los dinosaurios
Entre los nómades y los dinosaurios Almorzamos en Bulgan y de ahí encaramos para Bayanzag. Yo me iba preguntando, mientras avanzábamos por los caminos de este magnífico desierto, cómo un programa que originalmente se planteó como un mes de convivencia con una familia de pastores nómades terminó siendo una visita de escaso medio día, ya que el 1 y el 2 iremos a ver las dunas del Khongoryn Els, las más grandes del Gobi. Luego Rosario parte el 4 hacia Ulaanbaatar y yo seguiré recorriendo la parte más Oeste de Mongolia Central. Rosario me explicó brevemente que su plan de filmación se había modificado completamente y que lo estaba redefiniendo. Así que lo que me restaba era ver cuál era la razón de mi cambio de interés.

Bayanzag significa rico en arbustos tipo tamariscos y es también conocido por el nombre que le dio el paleontólogo Roy Chapman Andrews, "Flaming Cliffs" o "Acantilados Llameantes". Fue él quien, con sus hallazgos en 1922, hizo mundialmente famoso a este lugar por el número de huesos y huevos de dinosaurios encontrados. Es un clásico desierto de rocas y arenas rojas, arbustos secos, sol y abrumadora soledad. Para mí fue una nueva visita a la magia de este desierto que me tiene subyugado. Caminé íntegramente sus riscos, primero por abajo y luego por arriba, maravillándome tanto con el paisaje cercano como con la inmensidad sin límites del desierto que continúa más allá de lo que puede verse. En la soledad de este escenario poco a poco fui encontrando mi respuesta. Ya no era la convivencia con los pastores nómades mi probable fuente de comprensión del mundo nómade. El contacto había sido mucho más cercano y radical en la participación casual de la fiesta de casamiento, por ejemplo, de lo que podía encontrar ahora y que no variaba mucho de lo que veía de ger en ger, de guesthouse en guesthouse. O también de la locura de los caminos y los conductores mongoles, o la enriquecedora experiencia del Naadam en Mandalgobi.
Entre los nómades y los dinosaurios
En definitiva, ya hace un mes que estoy en este país, conviviendo a diario con ellos y en distintas circunstancias. Y ya no siento la necesidad de pasarme varios días con una misma familia. De hecho, casi que hago un recorrido nómade sobre los nómades. No sé, meditaré un poco más en este asunto. Quizá la culpa la tenga esta geografía tan hipnótica, tan cautivante que me atrapa y provoca todo tipo de cuestionamientos, cuestionamientos que no estoy seguro que aparezcan ahora dentro de un ger, por más días que me pase en él.

O tal vez sólo sea mi inclinación natural a la soledad y al silencio de los desiertos.
Nota anteriorNota siguiente